
Puerto Sauce es una tipografía que nace desde lo más personal: mi ciudad, Juan Lacaze. Es el resultado de mirar con otros ojos lo que siempre estuvo ahí —las fábricas, el puerto, el viento, los barcos pesqueros, las calles de tierra, la gente trabajadora— y traducir todo eso en letras.
Quise que esta tipografía tuviera esa mezcla tan característica del lugar: lo estructurado de lo industrial y lo orgánico del entorno natural. Las rectas marcan lo firme, lo construido, la historia de la ciudad obrera. Las curvas, en cambio, traen el movimiento del agua, lo artesanal, lo humano. Esa dualidad recta y curva, técnica y emocional— fue el eje principal de todo el diseño.
Cada letra tiene algo del puerto, del río, de los galpones, del viento que nunca deja de soplar. No busqué que fuera perfecta, sino que tenga identidad, que se sienta real. Como si estuviera dibujada por alguien que vive ahí, con las manos marcadas por el trabajo, pero con la sensibilidad para ver la belleza en lo cotidiano.
Trabajar en esta tipografía fue también una forma de volver a conectarme con el lugar que me vio crecer. De entender que el diseño no está solo en los grandes conceptos, sino también en lo que uno conoce de cerca.
Porque entendí que diseñar no es solo hacer algo lindo: es decir algo, es dejar algo. Y si esta tipografía transmite aunque sea un poco de lo que significa mi ciudad para mí, entonces ya cumplió su objetivo.